Esta triste historia tiene como protagonista a la señora Ruth Leyton mi madre, una hermosa mujer de ascendencia campesina llena de misterio y que nació en algún lugar de Venadillo, Tolima y que será recordara por esta bizarra historia de amor, sexo y muerte...
Pues no se ni como comenzar... Pues en esos días previos a su destino final, le entro la curiosidad de conocer la parte de la familia Leyton, nos enteramos que Fabio, un familiar lejano estaba enfermo y nos fuimos a Venadillo en el departamento del Tolima, donde el vivía... Pues muy ilusionada, se puso su mejor pinta: una falda negra y un gran escote e iba demasiado alegre, después de andar y casi terminando el día nos informaron que lamentablemente ya había fallecido la noche anterior se sintió mal y comenzó a decir que le dolía el pecho y nos fuimos a la casa, un rato descansamos y nos recostamos a ver las noticias, así fue pasando las horas y sin querer mi mano fue a su escote, ante lo cual su reacción fue salir corriendo a cambiarse... Cuando de pronto tomo su ultimo respiro y oí que cayó de frente... La lleve con prisa al hospital, y por cosas de la vida, allí estaba en las practicas Jorge Roa, un compañero de Thomas, que por inexperiencia le aplico penicilina, se le complicaron las cosas y le falló el corazón. Su muerte fue rápida y ahí quedo mi pobre viejecita en la sala del hospital. Y pues la noche anterior, anticipando lo que iba a pasar, siempre pensaba como seria pasar su primera noche ya muerta Como la pasaría?, a quien vería? Que sentiría? Pues se le cumplió el deseo, pero no sería como ella imaginaba.
Mientras tanto observaba en la ventana como el medico ponía una sábana en su rostro y ordeno a Jorge bien asustado, coger la camilla y trasladarla dos pisos abajo del hospital y yo lo seguí viendo que acontecía, vi que preparo unos papeles y le quito la sabana y le saco una mano, pero ya estaba tiesa y le tomo huellas, mientras traía un balde con agua... No quise mirar más y me fui al hotel a pensar que hacer... Si llamar a mi hermano o por ahora no decir nada... Pero la curiosidad me coima y al rato me devolví a ver que hacia Jorge...
Continuara ... |