Despertó con un sobresalto; vio el reloj y comprobó que era tardísimo. Se alistó rápidamente, tomó el maletín y salió presuroso a buscar el autobús para ir a su trabajo.
En la calle percibió una luz diferente en el ambiente y poca gente y vehículos...Entonces tuvo la alegre certeza de que podía devolverse para su casa. No tenía duda alguna: ¡era domingo!
Alberto Vásquez.
Texto agregado el 13-10-2017, y leído por 106
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Lectores Opinan
22-10-2017
Muy genial, amigo lindo. Me sacaste una carcajada. Abrazotes fulles. SOFIAMA
20-10-2017
Ayyyyyy,¡Que rico!
Devolverse a la cama y gozarla*****
Un abrazo
Victoria 6236013