El gran artista de papiroflexia “flick” presentaría su obra maestra que lo había mantenido alejado de los reflectores por varios años, las voces en la sala donde sería la presentación no cesaban los rumores eran grandes y se decía que esto revolucionaria el arte mundial, algunos incrédulos se manifestaban ante este suceso como una obra más que sería olvidada en cuestión de tiempo como muchas otras, sin embargo la duda los envolvía y todos se encontraban a la expectativa en aquella sala del museo de arte. En la invitación se anunciaba la presentación a las 20:30 horas sin embargo “flick” era conocido por sus apariciones repentinas y estrafalarias, dejando de lado los protocolos y el formalismo por lo que al faltar más de tres horas para la presentación la sala se encontraba abarrotada, medios de información televisiva y radiofónica mundiales se habían dado cita desde muy temprano para no perder ningún detalle de este gran suceso.

Flick había creado fama por su crítica social mediante la creación de representaciones de papel de sucesos históricos con su clásico toque de sátira e ironía, también por su irrespetuoso comportamiento ante el gobierno y los medios de comunicación. Ferviente defensor del minimalismo y activo represor del materialismo, directo franco y satírico, con un humor negro como pocos, de vestimentas llamativas y poco comunes, virtud a esto, la presentación de su obra maestra seria única e indescriptible según declaraciones del mismo Flick, por ende, dichas manifestaciones hacían girar los reflectores de la sociedad y de la prensa mundial.

La sala de aquel museo era un mar de murmullos la presencia de grandes personalidades denotaba la importancia del evento, sin embargo, de Flick no se sabía nada, al centro de la sala se encontraba una tela negra que cubrían la obra maestra, la gente se abarrotaba alrededor de dicha tela con la finalidad de estar lo más cerca posible y no perder ningún detalle, la expectativa era mayúscula, los trajes costosos y los canapés finos, eran repartidos entre los invitados, y la hora de develar el secreto era cada vez menor y la duda crecía gradualmente sobre los invitados.

Al pasar los minutos la sala se encontraba abarrotada y las luces se apagaron en su totalidad, la música de redobles y fanfarrias anunciaba la hora de la develación las luces robóticas de colores giraban y encendían con algarabía el ambiente del lugar, se podía sentir la ansia y la adrenalina de las personas que se habían dado cita ante tan esperado suceso, luces blancas apuntaban directamente a la tela negra, la música sonaba con mayor fuerza y del suelo lentamente fue emergiendo flick vestido de marinero los flashes de las cámaras y de los celulares no cesaban los aplausos y los gritos enloquecían la sala flick sin decir una sola palabra se abrió camino hacia la salida, las cámaras y los flashes lo seguían en su andar, sin embargo al salir, las cámaras regresaron hacia el centro de la sala para la develación de la obra maestra, la música seguía retumbando el ambiente estaba en su máxima expresión y la multitud preparaba sus celulares, tablets y cámaras, la tela negra poco a poco se fue levantando develando poco a poco una piscina de aproximadamente 3 x 3 metros en la cual en su centro yacía inmóvil un sencillo barco de papel en el cual claramente se podía leer “LAS GRANDES EXPECTATIVAS SOBRE UN MUNDO DE PAPEL, SE HUNDEN ANTE EL MAR DE LA REALIDAD”, las luces de la sala se encendieron en su totalidad la música ceso, las caras largas y la confusión era evidente y la gente poco a poco se fue retirando de la sala con rostro desencajado y pensativo, el mundo materialista que flick tanto combatía había recibido un golpe a su ego.

No cabe duda alguna de que Flick nuevamente lo había hecho . . .

José Miguel Torres