Un día como hoy apresaban a Ernesto "Che" Guevara en Bolivia, conducido a una mísera escuela "La Higuera", año 1967.
Un grande de los más grandes y notable hombre, médico, guerrillero, revolucionario, y sobre todo humano. Tan humano como unos pocos individuos en estos tiempos, en donde muchos se hacen los revolucionarios virtuales pero en la vida que les ha tocado vivir se adecuan a respetar las leyes, a reproducir las normas de un sistema que sigue explotando y sigue cosificando a los sujetos en objetos rentables.
Argentino fue pero sobre todo Latinoamericano es, ardió su corazón ante las injusticias siniestras, luchó por devolverle a la humanidad su dignidad y pueblos opresos lloraron su muerte. Mientras que Galeano se repreguntó por la necesidad de Ernesto de seguir naciendo:
¿Por qué será que el Che
tiene esta peligrosa costumbre
de seguir naciendo?
Cuanto más lo insultan,
lo manipulan,
lo traicionan,
más nace.
Él es el más nacedor
de todos.
¿No será porque el Che
decía lo que pensaba,
y hacia lo que decía?
¿No será que por eso
sigue siendo
tan extraordinario,
en un mundo
donde las palabras
y los hechos
muy rara vez se encuentran,
y cuando se encuentran
no se saludan,
porque no se reconocen?
Eduardo Galeano
Y Cortázar tampoco se olvidó de recordar a su hermano:
Yo tuve un hermano
Yo tuve un hermano
no nos vimos nunca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo
le tomé su voz
libre como el agua.
Caminé de a ratos
cerca de su sombra
no nos vimos nunca
pero no importaba.
Mi hermano despierto
mientras yo dormía.
Mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.
Julio Cortázar
Tipos como el Che hacen de ciertos hombres una nueva esperanza, otros se pierden en arrogancias y mediocridades colectivas, los medios de comunicación manipulan a las masas, les da una ración de ignorancia diaria, y los niños... ¡oh, bellos ángeles perdidos!
El mundo sin Ernesto nunca más fue el mismo, pocos hombres tuvieron las agallas del Comandante, pocos tuvieron la humanidad y la lucidez en la conciencia de ofrecer su vida a cambio de la libertad de los hombres sin voz.
El mundo se quedó sin guerreros, sin hombres verdaderos, puras imitaciones virtuales de poseedores de la moral y la verdad que entran en pleito por necedades que carecen de grandeza ideológica.
Un día como hoy apresaban a Ernesto Guevara en Bolivia y al día siguiente lo mataban, y he aquí sus últimas palabras:"¡Apunte bien!¡Va usted a matar un hombre!"
Desde ese día los pueblos serían más oprimidos y los despotismos del Capitalismo harían de los hombres simples objetos sin valores. Hoy renacía un hermano.
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