GUARDA MI SECRETO
Por la tarde de un día cualquiera, un día en el que simplemente caminaba por la playa, me fue sorprendiendo la noche; en la penumbra casi total, te digo, ya estaba escapando el día y las luces que quedaban solo eran la estela del tiempo anterior en fuga, vi a la distancia, del otro lado del espigón (metido irreverente como un brazo gigante en el mar separando en ese lugar las aguas) un barco de carga, recortada su silueta en el horizonte de la mar calma, serena y amiga, las luces de proa no se veían y en popa unas pocas habitaban. En esa quietud del mar con sus habitantes, sombras y misterio, presentí el mensaje que estaba cerca, talvez detrás mío, en las arenas mojadas o escapando en un carguero oscuro que casi ya no veía. Las aguas fueron las que dieron música, vi cómo se dejaban caer calmas, una caricia al escapar después de robar un beso y luego volver como si fueran un monstruo, alzándose con mil brazos o infinitas cabezas y terminar dibujando en gotas una nube de amor muy fina.
Presta atención mujer que te cuento lo que paso ese día.
Te lo cuento sola a ti, te pido que guardes el secreto, que a nadie se lo digas. Pero si la vanidad te gana, o la risa de la burla te obliga y lo revelas al mundo un día; yo no podré evitarlo, no importa lo mismo te cuento lo que paso aquel día. Pero si quieres atesorarlo como un recuerdo, a eso no me opongo, hasta te ofrezco mi corazón para que lo ocultes y puedas verlo cuando lo prefieras, ser su carcelera, o dejar que te tenga como cabecera para acunarlo cuando quieras.
Esa tarde cuando el barco se perdía, de pronto creció la bruma, bramo como una bestia embravecida ese mar que estaba calmo, pareció que de la tierra me arrancaría, pero no... Lo que hizo fue distinto; te dibujo al lado mío, te dejó temblando con los labios abiertos como si esperaras un beso, mirándome a los ojos, implorando una caricia mía...me acerque despacio para no romper el encanto, acerqué a tus labios los míos, nuestros ojos se cerraron ENCARCELANDO ese beso, para que no lo llevaran las aguas en su arremetida... ahora estaban en calma, como si fueran las de un lago y nos contemplara riendo, solo la música se oía
Fue mi beso el beso más beso que alguien diera en la vida. Después sentí frío, miedo, desesperación y tanto dolor que se cerró de pronto la noche sin yo poder ver nada, porque sabía que no estabas a mi lado, tan solo la ilusión fue mía. Mira mujer, eso no importa, yo te bese ese día y ese beso siempre, siempre ira conmigo, nadie podrá quitarlo de mis labios o de mi vida, ni tan siquiera la muerte, porque es parte de mi amor y si yo muero el morirá conmigo y al igual que a mis huesos, si alguien de mi cuerpo los separa seguirán siendo míos.
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