Si mañana llueve creerías que voy a extrañarte el doble pero no,
voy a extrañarte al igual que un día de sol,
porque el abismo que entre ambos se cierne
es indiferente al clima y a los días,
igual la tarde de un domingo,
igual el aire festivo de cualquier viernes
Los dos supimos compartir un corazón,
un corazón que pronto transitara
las oscuras esquinas y los vientos de primavera,
un corazón con madre y con padre pero nunca con los dos.
Si mañana llueve, como siempre, puedo extrañarte por los dos,
porque la tristeza hoy repta por mis piernas,
y aunque la engañe y la abandone,
con mis trucos, mis engaños y mis anzuelos de alcohol,
aun ciega vuelve a casa, porque a casa vuelvo yo.
Si mañana llueve creerías que voy a extrañarte el doble pero no,
voy a extrañarte como cada noche,
porque el abismo que entre ambos se cierne
se niega a marcharse y aun menos a calmarse,
este abismo que solo crece y solo crece burlándose,
a nuestra vista e impune,
acá al lado, en el medio de la cama.
en el medio de los dos.
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