EL ROL DEL ESCRIBIDOR
(2017)

Cuando por casualidad llegó a mis manos el libro El Alquimista de Paulo Coelho, lo lei de una sola sentada y me impactó positivamente. Se trataba de una historia bien estructurada, escrita en un lenguaje claro y con un mensaje muy motivador.
Desde entonces segui un poco de cerca al autor y me interesé por algunos de sus libros posteriores que cada vez eran más promocionados y pronto se convertían en Best Sellers. Veronika Decide Morir, Once Minutos, La Quinta Montaña, Como el Río que Fluye, entre otros.
Cuando se anunció la próxima llegada de El Mago de Fernando Moraiz se levantó un gran revuelo y pronto agotó su primer edición, pues se trataba de la única biografía autorizada por el autor.
Casi con pasión seguí los primeros pasos del protagonista, desde sus fallidas incursiones por la música, el periodismo y su doloroso tránsito por el mundo de las drogas, hasta sus penosos periplos por los Estados Unidos y sus inicios como escritor.
Era casi un héroe digno de ser imitado por cualquier aprendiz de escritor que pasara por circunstancias similares a las suyas como el modelo perfecto de superación.
A medida que avanzaba la lectura, Moraiz va describiendo cómo Coelho descubre un funcional método de energía mental para alcanzar cada vez más altas metas editoriales en ventas, sin importar mucho la calidad, que se traducen en dinero y fama y deja ver muy a las claras cuales eran sus verdaderas motivaciones para escribir.
Entonces para el romántico aprediz de escritor se produce un desencanto al cuestionarse cuáles eran sus propias motivaciones y si también existía en él algo de codicia.
La respuesta no se hizo esperar al descubrir que había forjado un ídolo de oro, con pies de barro y nunca más me volví a interesar por los nuevos libros de Coelho.