Su computadora es única. La obtuvo de lo que parecía un satélite caído del cielo. Eso le permitió conectarse y dialogar con otros en un chat. Ahí se encontró con el nick Venusita. Se enamoró perdidamente. Ella también de él... bueno no de él, pues le ha estado mintiendo; no es el tipo de la foto.

Si Venusita le conociera realmente, no gustaría de ese macho bajo el nick Lagarto Juancho.

Sabe que debe confesarle la verdad de su apariencia. Decirle que la distancia entre ellos es tal que desde ahí, el sistema solar de Venusita ni siquiera puede verse…


M.D



Nota: Este cuento fue inspirado en una imagen de una suerte de lagarto muy bello que tenía en su perfil -Zepol. Lo encontré tan lindo (al lagarto, con todo respeto de Zepol, jajaa ) que pensé -con esto de la internet y sus alcances- ¿Por qué no un amor intergaláctico?...