Ríos de palabras inconclusas, están ahogando mi pequeño raciocinio. Ya no flota, está cubierto de plomo.

¿Algún día sabré por donde empezar?
Hoy no seré deprimente, no seré triste ni malhumorado, menos resentido, creo que hoy escribiré estando vivo.

Comienza una nueva vida para mí y mis letras, con más responsabilidad y más sentimientos por entregar, por fin saldré del sentimiento de amargura y resentimiento... mentira, no sería yo si fuera así como lo esbozo ahora. Comienzo trazando márgenes, corrigiendo errores y ordenando las primeras ideas que se asoman en mi mente retorcida, casi hurgando en lo más oscuro y profundo de mi mente así me preparo para no escribir, no tengo inspiración. A medida que van llegando las ideas a mi cabeza las trazazo torpemente al papel amarillo hasta matar la gallina de los huevos de oro, y quedar estancado en un punto tal que mi corazón se acongoja de impotencia al no poder encontrar las palabras para poder seguir, estoy solo en un mar de gente preocupada por cosas que a mi parecer no valen la pena.

Creo ser egoísta, por preocuparme solo de lo que a mí respecta. Este escrito es solo letras lanzadas al asar tratando de seguir en una línea recta y no perderse.

A comenzado un nuevo día y aun no sé que hacer con lo que va quedando de mi corta vida de ser humano, a veces extraño el ver a personas locas para la sociedad envueltas transparentemente en su vida cotidiana tan visibles y dignas de admirar.

Extraño ser un enfermo para la sociedad y un sabio en lo que en algún lugar de mi vida pudo llegar a ser mi tierra natal.