Inicio / Cuenteros Locales / sendero / El placer del baño
Gloria se bañaba con agua muy caliente. El ángel de la guarda, respetando su intimidad, se quedaba afuera pendiente de ella. Del vapor salía el fauno que con maestría la recorría haciéndola gemir. El querubín al escucharla decía: ¡Ah, lo que puede hacer el agua y el vapor en su cuerpo! y sonreía satisfecho, acicalando su plumaje. |
Texto agregado el 15-09-2017, y leído por 273
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