Llegamos al lugar donde Puchu dice que me espera una gran y grata sorpresa; yo solo veo una columna casi interminable de padres con sus hijos esperando pacientemente por ingresar al edificio; no tengo la menos idea en donde estamos y desconfiado no voy a soltar la mano de mi madre.
Es una calurosa tarde a mediados del mes de Enero, visto unos pantaloncillos cortos y una polera de color celeste con la figura de Astro Boy estampada en la parte delantera de la prenda.
Hasta solo unos meses atrás por consecuencia de una grave enfermedad solía pasar mucho tiempo en cama, y las historietas de este personaje japones no solo me acompañaban en las eternas tardes de aburrimientos medicados, si no también había aprendido a leer con sus aventuras, convirtiéndose en mi héroe de infancia.
La hilera de personas se mueve lentamente y tras esperar por algunos minutos ingresamos al pequeño local, hay muchas luces por doquier y grandes afiches de Astro boy lo que lógicamente me emociona.
_ ¿Podremos llevarnos algunos posters a casa?_ Puchu ríe de mi inocente pregunta.
_ No, pero te llevarás un recuerdo para toda tu vida_ En ese momento no podía imaginar a lo que se refería mi progenitora; es cuando escribo este relato pasado ya cuatro décadas que una sonrisa aflora en mis labios al recordar sus proféticas palabras.
_ Taras... Tarrr... Tarascaa... Tarascapá..._ Tengo solo cuatro años y aun no leo bien.
_ Tarapaca dice allí Jorge, y las letras rojas dicen "CIne"; Cine Tarapacá_ Me corrigue dulcemente Puchu
_ Cime?... ¿Que es un Cime?
_ Ya verás.
Nos acomodamos tranquilamente en la séptima fila de entre lo que para mi son cientos de butacas; aun no entiendo nada; Puchu con una sonrisa en sus labios me pasa unos caramelos que extrae desde su bolso de mano. Quedamos en silencio sentados frente a una desnuda muralla desde donde cuelga un albo y gran lienzo.
Las luces se apagan y me asusto en demasía apretando con más fuerzas las manos de mamá. El ruido del proyector comenzando a trabajar hace que gire mi rostro para observar el haz de luz que escapa del muro a nuestras espaldas.
La película animada es proyectada en la pantalla que cubre toda la inmenza extención frontal, Astro boy vuela junto a sus perritos por un cielo azul.
_ ¡No puede ser; un televisor gigante!_ Grito en medio de la oscuridad absolutamente mpresionado, soltando los dulces de mis manos, haciendo caso omiso a las carcajadas en general.