Fitjuo venía desde otros cielos lejanos. La nave era pequeña pero cómoda, con su burbuja azul que lo protegía por dentro y le daba una pequeña sensación de tranquilidad. Había emprendido ese largo viaje hasta el planeta azul llamado tierra. El tercer planeta en posición al astro Sirio de la vía Láctea. Tenía la objeción de encontrar al príncipe y al aviador, para juntos a ellos emprender aventuras galácticas que lo llevarían hasta los más confines lugares del cosmo. Sus ojos sosegados de leer esa historia del "Principito" es la fuerza motriz que lo motivaron a llegar a ese planeta.
Aterrizó justamente en la coordenada que describía en sus hazañas el intrépido aviador. Allí se encontraba también el principito. Se saludaron gustosamente si como de forma telepática ya se habían hablado o conocido. De inmediato se acomodaron en la nave, y partieron a vivir su aventura galáctica por los confines del universo. Fitjuo reía de felicidad y de haber cumplido sus sueños.