Siniestra llama ardiente incinerando utopías
De sublimes fantasías llenar el espacio abierto
Soy el diabólico intento libertario de la vida
Antorcha de los suicidas y de los ángeles muertos.
Soy la negra golondrina que regresa a las tormentas
Me embarco en olas funestas para retar al destino
Solo sé que nos morimos, cuando obtenemos respuesta
Cuando alcanzamos la meta que pusimos por camino.
Busco la paz de tus ojos encandilando los míos.
Remolino al viento bailo en la vesánica danza
Justifico la venganza por ser humano e impío
Aun así no he podido sacudirme la esperanza.
Sencillo y locuaz obrero borracho de profesión
Jardinero de las tardes podando sus viejas risas
Soy escultor de cenizas guardadas al corazón
Para lanzarlas al son de la suave y fresca brisa.
Texto agregado el 29-08-2017, y leído por 212
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Lectores Opinan
15-12-2017
Tu poema te pinta de cuerpo entero. Es excelente. Abrazo, Carlos. carlitoscap
30-08-2017
Imprimes fuerza en un lenguaje bien usado. Me encantó. Abrazos. SOFIAMA
30-08-2017
Directo y no pierde fluidez ni sentido, uno de los mejores trabajos que he leído el día de hoy. Saludos desde Iquique Chile vejete_rockero-48