Se llamaba Luka.
Jamás hice nada.
Fué mi amigo cuando la lamparita de mi mesa de noche se hizo necesaria.
Luka se fue sin mi. Es un hecho.
Trato de no ser racional pero me puede la vida que tengo qué vivir.
Luka me acompañó a los 13 y seguro a los 15.
No sé si pueda desprenderme de Luka, solo sé que habló por mi...
Texto agregado el 26-08-2017, y leído por 155
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