La amaba con fanatismo. Ella una chica tímida y poco convencional. Cierta noche en la sala mientras disfrutaban del té acostumbrado el le dijo: -no es posible que en 15 años de bonita relación, nuca me has permitido ver tu cuerpo. -Sabes que no me gusta, vengo de una familia muy conservadora y la vergüenza me mataría. Después de varios días de aquella conversación y petición frustrada, ella nota que él no sale de su habitación durante la tarde. Sigilosamente se acerca a la puerta y mira por la cerradura. Vé que con sus manos pinta un cuerpo con curvas pronunciadas, senos esbeltos y bellas piernas. Cuando se fijó en el rostro de la pintura reconoció que era ella. De inmediato entró al cuarto y preguntó: -Qué haces? Él con tenue sonrisa respondió: pinto lo que mis manos han tocado y acariciado. Ella asombrada por tan perfecta obra, se le desvistió por primera vez.
Texto agregado el 24-08-2017, y leído por 179
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
25-08-2017
Un final apropiado y poco convebcional, impregnado de magia e ingenio. Gracias. Julia_Flora