- Si son las nueve y está lloviendo ni cagando salgo – dijo ella prediciendo el clima y la espera de un día viernes destinado al fracaso en nombre del dios del carrete, con un comodín a quedarse en casa, ver algo en el computador y casi de mala gana al saber que no había comprado nada para beber y acompañar la noche – Pero igual estaba hablando con este personaje… sin nombre y le dije lo mismo po. Le dije así como igual ya podríamos juntarnos pero siempre que nos juntemos en Valpo porque me da mucha paja ir a Viña – seguía describiendo la noche en el supuesto paralelo de que no lloviese, cosa que ninguno de los personajes de esta historia tenía considerado.

- Ah, ¿vamos a hablar de personajes sin nombre este fin de semana parece? – dijo él contestando de forma sarcástica haciendo referencia a la manera que llevaban conversando de otras personas durante toda la semana – Ya bacán, dale, ehm… avísame no más po si hací algo igual. Yo cacho que también voy a quedarme aquí en Valpo, no creo que vaya a Viña hoy día. Eh, por último nos juntamos después de nuestras respectivas salidas, no sé… todavía no sé ni si quiera si vaya a salir realmente.

Todo era una duda permanente, una excusa para esconder la inseguridad y la poca capacidad de decisión que ambos comparten. Pero saben que es parte del proceso de entenderse, comunicarse y dejar de tener que dar explicaciones hasta altas horas de la noche.

Nunca alguien había pensado que frases tan comunes y corrientes terminarían con un supuesto dentro del arco de la física cuántica moderna. Menos aún, en el momento en que un minuto más tarde el chat se llenaba de palabras escritas por ella:

- La última frase resume toda incertidumbre de un viernes como hoy: Puede ser que se haga algo o no. Y juntarnos después de eso o no. Es como… Mmm, un… Schrödinger viernes.

La lluvia terminó cediendo a los techos de la ciudad, mensajes siguieron yendo y viniendo durante la noche, todo siguió su curso normal, cada uno en su respectivo hogar. Todo se contaría en una historia parecida a ésta, pero de lo que nunca estaremos seguros es si es que ese viernes existió de verdad.