Buscando tus moleculas en la quimica de las sombras, siguiendo las trazas de tu perfume en mi alcoba, persiguiendo su cuerpo en la efimera hebra de tu cabello de cobre, sustanciacion de mis sueños, piedra filosofal que te devuelba de ellos, del polvo que dejaste en las hojas, en los petalos, en las alfombras. Desvaneciste de tanto menguar, te mudaste, te transformaste, no te conozco, ni me conoces, pero dormida me despiertas y me amas para despierta en tus remebranzas sin querer nombrarme y entonces me insultas y me odias.