Macri, Maduro y Trump,
Argentina, Venezuela y Estados Unidos,
tres psicópatas que harán correr la sangre de los inocentes, de la gente decente.
Tres idiotas que el poder les dio el último nocaut a sus neuronas.
Tres enfermos mentales que se creen que la represión hace más efectiva la "Democracia", que se valen del dinero para ocultar sus falencias humanistas, escasas de intelecto, de lógica y de criterio.
Tres inútiles que harán de la humanidad un pedazo de escoria miserable,
¿será el castigo de nuestros Dioses?
Quiero revolución, las banderas rojas de la primavera proletaria, la revolución en las conciencias de las masas, que se opongan y enfrenten a estos gobiernos autoritarios. ¡Es que sus dirigentes causan mucha gracia!, por su ignorancia, porque les falta cultura y caminar las calles, porque necesitan de poder y de dinero para imponer el respeto a través del miedo.
Malditos sistemas reaccionarios que han ostentado en contra de la dignidad humana, en contra de los valores de todo espíritu en armonía con la vida.
¡Muerte al Capital! y a los desagradables engendros que éste parió, falsos próceres, falsos hombres, nefastas acciones contra la libertad y la verdad de las Naciones.
Sólo el ARTE puede salvar... sólo el amor a la tierra que moldeó nuestras formas y nos conectó con los latidos del universo en reposo puede devolvernos el camino de retorno al verdadero sentido de nuestra existencia, aquélla que los hombres han perdido. Aquélla que han extraviado ante el abandono de su persona, ante la mutilación de sus sueños, ante la dependencia a la tecnología y a las utopías de transformación sobre la apariencia de sus cuerpos a través de la Ciencia, buscando esa ilusión que denominan ¡estética!
Malditos deformes,
puro envase,
puro plástico,
pura pose,
engendros desagrables de este sistema, perdiéndose así la verdadera conciencia,
la única guerra de los hombres es contra ellos mismos,
contra sus miserias que las ocultan debajo de toneladas de hueca belleza.
La belleza que trasciende es la del alma, tenlo en cuenta y así podrás reinventarte,
no sirve de nada la beldad externa cuando no se ejercitan las paredes internas de la mente.
Hombres deformes y sin sueños, dependientes a las redes sociales y estancándose en la estupidez colectiva,
los que se atreven a patear y a romper los muros de este sistema podrán salvarse a si mismos de la extinción de conciencias, cuando tal circunstancia sea irreversible.
Ni Macri ni Maduro ni Trump,
despotistas deformes contra las mentes libres y su munición de reflexiones como fusil, en la pronunciación de los ideales que definen las palabras que la conciencia ara.
Ni Macri ni Maduro ni Trump,
tres canallas paridos por la misma farsa. |