Nunca quisimos ver la verdad.
La verdad abrupta que captura las miradas de la gente que nos ve pasar y asume instancias y consecuencias de un futuro que vive el momento en que destapamos nuestros cuerpos y nos entregamos furiosos y vivos la fuerza del destino.
Nunca quisimos decir las palabras que quedaron inundadas en ese cielo oscuro de techos y tejados mojados e inconclusos con la lluvia de hoy y que ahora nos fragmentan entre las gotas amontonadas en las líneas de las veredas que capturan las pisadas ajenas de nuestro andar.
Nunca quisimos entender las miradas, los consejos, las historias pasadas y frustradas de la juventud que se nos va en picada hacia los muros erguidos del menosprecio y del lamento que acompaña cada día, a esta hora, las canciones que imaginamos, sonarían en nuestra banca al descansar.
Nunca nada fue tan claro.
Nunca nada fue tan vivo.
Nunca nada fue tan fácil.
Nunca quise estar ahí y aún así cumplí.
Nunca nada fue tan bello, como el día en que decidí dejar de lado todo y también dejarte ir.
Texto agregado el 11-08-2017, y leído por 156
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Lectores Opinan
11-08-2017
Sino querían para que insistieron? Sois aburridos? No había alguien más? Por favor. Qué necesidad de sufrir! Poemss
11-08-2017
A veces la mejor opción es dejar ir lo que más se ama, no por cobardía sino para tener la mente clara en pro de no seguir sufriendo un tiempo que no se va a recuperar. Hassio108