-¿Sabes?-. -Este día en gris, los atardeceres se van pintando,
los colores que ayer soñé uno a uno se van marchando...
El rojo de mis labios se fue oxidando,
quizás una promesa entre muchos amaneceres lo fue apagando...
Los violetas como niños en mis brazos se durmieron…
canción de cuna para mis sueños, canción de cuna para mis penas...
Los azules, miraron al cielo, una oración los fue llamando,
uno a uno los fue apagando.... los verdes, guardaban la esperanza,
pero el invierno de un amor los fue olvidando, los fue apagando...
En mis sueños de escarcha, aún me quedaba algo de amarillo…
cuando los tonos ocres tocaron mi puerta,
el rosa con el rojo con la sutileza que solo guardan los niños,
convivieron hasta los últimos días.
Entre mis dedos como marchitas azucenas,
se me ha escapado el último rojo,
el rojo esperanza de los amores, que ya ni siquiera lo era.
Es hora de que mis sueños duerman conmigo,
parece que me mancharan, veo el cielo plano,
tan plano como el olvido, pegado al mar, sin nubes…
me veo ausente... me veo herida.
Temo por los pájaros, ya no tienen cielo,
me aterra la invisibilidad de las estrellas.
Siempre quise volar, pero ya no puedo...
Pero… ¿Sabes?, a pesar de todo un color aún se pinta en mi memoria.
De suaves sentidos, sus suaves aromas,
aquellos sueños que tomé de aquellos niños sin ser míos,
en su hielo me fueron poco a poco ilusionando
y aunque perdí mis ojos y perdí mis propios sueños,
las caricias de ese amor me pintaron una sonrisa.
Y entonces hoy, tú me has dado el único azul que tengo,
el azul de la eternidad, el azul de los recuerdos… |