Inicio / Cuenteros Locales / mauricio33 / De Martín Santomé para Laura Avellaneda.
Hoy volví a verte en la oficina,
a las siete y cuarenta y cinco
como todos los días.
Hoy volví a suspirar tu ausencia,
aunque allí estabas,
quise dejar todo y darte un beso
y un abrazo sin mediar palabras.
No pude hacerlo por temor
a que tus ojos puedan con los míos,
o que tu boca, de manera silenciosa,
conquiste mis oídos.
Hoy volví a verte en la oficina
y de reojo te observaba como trabajabas.
Yo no podría interrumpir a tus manos
que en el aire, con tanta delicadeza,
sobre la vieja Olivetti danzaban.
Yo solo sé que todo esto sucedió
en tan solo un segundo y medio
y que bonita estabas con el pelo suelto.
En verdad ya no puedo simular
que algo pasa por mis adentros,
amanezco feliz cuando te sueño
y tu imagen dibuja mi primer sonrisa
cuando despierto. |
Texto agregado el 06-08-2017, y leído por 65
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