Se esconde el azar en la redondez del último beso
es blanco ese larguísimo y subterráneo descanso
ligero como la respiración que me regalan tus labios.
Mientras en la piel un grupo de dedos traen alborozo
y se arriesgan, con detalles geniales, a la travesura
inapropiada de izar banderas que se abultan y agitan.
Así el sueño, es una isla pequeña en la que me pierdo.
Texto agregado el 06-08-2017, y leído por 95
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