Amaba la mar, era el pirata más intrépido entre sus semejantes.
Vivía siempre embriagado, recordando y esperando a su verdadera razón de ser pirata. Deliraba con su larga y bella cabellera, sus senos como copos de nieves lo enloquecían; bebía noche y día. Su tripulación también esperaban la aparición de aquella media mujer: de cola larga y escamosa. Navegó todos los mares, hasta en los ríos la buscó. Él había prometido verla hasta en la eternidad si fuese necesario. Después de mucho navegar la encontró en el fondo del mar; ella estaba radiante como siempre y él ahogado, ahogado con sus recuerdos.
Texto agregado el 05-08-2017, y leído por 138
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Lectores Opinan
06-08-2017
Me recordó algo al pescador y su alma de Oscar Wilde. Transmite, y eso es mucho. Cuidado con la concordancia de tripulación y esperaban. walas