Solo los valores salvarán a un país de la crisis moral, para ello, la familia cumple un papel importante. Los padres deben crear y desarrollar los primeros valores en sus hijos. El respeto y la honestidad serían la base para encaminarlos por la senda correcta. Más adelante, otra institución tendrá la loable labor de fortalecer esos valores, pero no solo eso, también creará otros nuevos. Esa institución es la escuela.

La puntualidad y la solidaridad son algunos de los valores que la escuela crea y desarrolla. Un ciudadano honesto, a la larga, no será tentado por la corrupción; un ciudadano solidario será ejemplo de altruismo cuando sus hermanos necesiten ayuda en tiempos de crisis, no hará falta que alguien le pida ayuda, el simple desprendimiento ya es ejemplo de imitar; y así, la lista puede seguir.

Por eso, creo firmemente que la enseñanza de los valores en los jóvenes sacarán al país de esta crisis moral que ya es una enfermedad.