Es increíble cómo podemos dejar de lado las advertencias que nos hacen las empresas de sus propios productos. Hace dos o tres semanas escribí un tema parecido, que trataba de los cigarros y su publicidad. Ahora le toca a las bebidas alcohólicas, un trago muy buscado y deseado por las personas.

Lo que pasa es que aún no comprendo por qué no tomamos conciencia de las advertencias. La otra vez estaba viajando en el micro y veía por la ventana un enorme anuncio de una cerveza muy conocida. Excelente diseño y diagramación, buen uso de los colores para hacerlo más llamativo; y en la parte inferior había una frase muy pequeña que decía: “Tomar bebidas alcohólicas en exceso es dañino”.

Vayamos por partes. En primer lugar, me sigue causando extrañeza que las empresas de bebidas alcoholizadas pongan este tipo de frases para que la gente no exceda su consumo, obviamente le está poniendo un límite. Pero creo que lo hacen por compromiso: “Ya coloqué la frase, si hacen caso o no, no es mi problema”, pensarán. En segundo lugar, la frase hace alusión a los excesos. Está demostrado que todo exceso es malo. Obviamente la advertencia no dice nada nuevo. Si tomas más de la cuenta te vuelves un borracho y peor si conduces, porque te vuelve un potencial asesino de las carreteras. Muchas relaciones también terminan por causa de la bebida. ¡Que triste!

No importa cómo sea la botella, si tiene forma de copa o es el tradicional vaso. No importa. El contenido es igual..., y el daño también. Si toman cerveza, igual hace daño. Pero no soy nadie para decir lo contrario o cambiar la mentalidad de las personas que toman y toman para calmar sus penas y tristezas. Obviamente esto solo lo digo para los excesos.