Al otro lado de estos turbios ríos donde la estrellas acampan
donde el despertar de la esperanza se hace magia
en un lugar donde los colores centinelas no pintan líneas divisorias
donde las tormentas atracan y se hacen calma
en un lugar donde puedo abrazar a mi enemigo
y construir sueños sin ocasos ni soles sombríos.

Al otro lado de estos turbios ríos, donde no existen las trincheras
donde no hay sonido que percuta ensordeciendo mis oídos
al otro lado de estos turbios ríos, donde el soldado se hace misionero
donde no hay labios azulados ni atardeceres grises
donde no hay campos ensangrentados ni noches frías ni eternas

Al otro lado de estos turbios ríos donde el hambre y la miseria se olvidan
donde el temor se acalla y la piel no siente frío
donde un gesto airado no se vuelve desafío
donde la sombra de un fusil no acompaña a la de un niño
En un lugar donde los harapos no tienen sabor a acero ni a miedo...

Al otro lado de estos turbios ríos...
donde se desgarra el alma al escuchar el llanto de la herida abierta de la tierra...

Tú, que miras los pecados del mundo
Tú que clavaste en la cruz ese cuerpo
Ten piedad, ten piedad
Tú, que miras los pecados del mundo
Dame La Paz, dame La Paz…

Te respice in vobis peccata mundi.
Affixus cruci qui corpus
Miserere, miserere
Te respice in vobis peccata mundi.
Da pacem mihi, pacem meam do.