Comparto este escrito del cubano Federico Villoch que encontré en una vieja revista, espero les guste:


¿Dónde ella está?

Bajo los tilos en la verde umbría,
una tarde su sombra fui a buscar;
y gimiendo la brisa entre el follaje,
Me dijo:
-¡Aquí no está!

En el río que fue su claro espejo,
quise su imagen contemplar;
y dijeron las ondas rumorosas:
– ¡Vete, que aquí no está!

En las flores que fueron sus hermanas
su perfumado aliento fui aspirar;
y al caer cada pétalo decía:
– ¡Gime, que aquí no está!

Abrí el piano buscando en sus cuerdas
aquella voz de notas de cristal;
y gemían las cuerdas desoladas:
– ¡Gime, que aquí no está!

Por oír otra ver su risa loca
entré un día en la alegre bacanal;
y me dijo la turba que veía:
– ¡Llora, que aquí no está!

Llamé en la fosa donde sus restos yacen
buscando su alma con doliente afán;
y me dijo la cruz, mirando al cielo:
– ¡Sigue, que aquí no está!

Por encontrar su huella deseada
recorrí las montañas; pasé el mar;
y en el helado Polo una voz dijo:
- ¡Vuelve, que aquí no está!

Bajé entonces al fondo de mi pecho
por huir de tan triste soledad;
y el corazón me dijo: ¡Aquí la tienes!
-¡De aquí nunca se irá!


Efraín Núñez Huallpayunca
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