No estaré en aquél lugar,
en aquél donde florecen las despedidas,
no estaré en el sueño eterno
ni en silencios quietos…
ni en la esperanza marchita de tus lágrimas…
En el viento tibio seré susurro
y en la nieve derretida seré tu llanto.

Me veras en cada rayo de sol,
seré esperanza en tu mirada herida.
En el silencio de lo que nunca nos dijimos
pintarás nostálgicos amaneceres…
Seré la lluvia de tus eternos inviernos
Donde el sol brille, seré también tu cielo…

Cuando los inviernos toquen tu puerta
Y ya no recuerdes ni mis abrazos, ni mis besos
No dejes nunca de soñar…
Los sueños pueden ser eternos,
pero no me busques en aquellos lugares
donde las estatuas pernoctan...
las estatuas son pálidas y frías…

Búscame en los recuerdos,
en las hojas caídas en otoño,
en la esperanza que anida la primavera
en cada momento mío, tuyo y nuestro,
en las huellas de tiempos hilvanados,
en el color de aquellos pequeños detalles
que pintaron nuestras emociones…

Búscame por siempre…

Jamás me olvides…