El otro día vi una vez más el anuncio de unos cigarros, en la parte inferior, con letras muy pequeñitas: “Fumar es dañino para la salud” ¡No es algo contradictorio! Todos estos ejemplares publicitarios son modelos básicos y elementales, diseños originarios que emergen del inconsciente colectivo de las personas. ¡Debe serlo! ¿Se contradicen? No soy un “fanático” del cigarro, a lo mucho habré fumado ocho o diez cigarros en toda mi vida. Soy consiente de las consecuencias de dicho vicio. Pero aún no entiendo cómo, ante evidente advertencia, la gente sigue fumando más y más. ¡Y pensar que muchos escritores fuman por diversos motivos!

En las cajetillas de cigarros se muestra la misma propaganda, con las mismas letritas que indican la advertencia: Fumar es dañino para la salud, está prohibido fumar en lugares públicos según la ley. No solo te dicen que es malo fumar, sino que te prohíben hacerlo en lugares público. ¡INCREIBLE! Indirectamente se está atentado contra la vida de las personas, pero también es una gran verdad que son las mismas personas las que terminan cautivadas por el deseo de botar el humo del cigarrillo. Si las empresas de cigarros ponen tales anuncios y con advertencia incluida, entonces deben de ser consientes que su producto no será tan demandado. Pero al parecer también son consientes que ese mensaje es ignorado por las personas, ya que la demanda de cigarros es enorme.

“Está prohibido fumar en lugares públicos”, pero no se prohíbe la acción misma de fumar. Puedes fumar en zonas privadas como la casa, residencia, habitación, etc. Pero no en parques, colegios, centro de trabajo, etc. ¡No es para morirse! En el periódico, la otra vez estaba en toda la página un aviso de cigarrillo, y casi la cuarta parte, en letras grandes, decía: “Fumar es dañino para la salud, está prohibido fumar en lugares públicos según la ley”. ¿Esto qué quiere decir? ¡Simple!, que las grandes empresas saben que las advertencias no son tomadas en cuenta, por eso les da igual que los mensajes estén en formato pequeño o grande, como era el caso que vi. ¡Claro! Cumplen con la ley. ¿Y la salud?

Tal vez el cigarrillo “beneficia” a muchas personas, no lo sé. Pero conozco amigos escritores que siempre están hechizados por el cigarro para relajarse al momento de escribir; tuve la oportunidad de conocer, por sus propios labios, que en alguna etapa de sus vidas fueron adictos al cigarro, pero estos últimos, después de un periodo de corta rehabilitación, pudieron superarla y vivir mejor.

No trato de cambiar a la gente respecto a si deben o no fumar, cada quien es dueño de sus decisiones. Lo que he intentado, es mostrar lo contradictorio que es la publicidad (en este caso del cigarro) cuando muestran sus “bondades”, pero a la vez advirtiéndonos sus fatídicas consecuencias si se llega a ser adicto. La publicidad que se le da al cigarrillo es regular, pero el de la cerveza y los tragos en general ¡es espectacular!

Efrain Nuñez Huallpayunca
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