De repente el ventrílocuo perdió su habitual desenvoltura y, sumamente compungido, en un raro gesto de abatimiento y dolor dio por terminada la función.
Unos minutos después se presentó ante el público el conductor del evento expresando, con gran consternación, que el muñeco que habitualmente acompaña al ventrílocuo había sufrido un ataque de apendicitis aguda.
Texto agregado el 20-07-2017, y leído por 239
visitantes. (14 votos)
Lectores Opinan
23-07-2017
Aah, jaaajaaja, qué bien se defendió el director del evento. Es graciosísimo a rabiar! Daiana