¡Abróchate el cinturón que vamos a superar la velocidad del sonido!

Hoy traigo información de dos proyectos supersónicos en los que se trabaja actualmente. El primero de los proyectos supersónicos el Hyperloop es un concepto ideado por Elon Musk, fundador de SpaceX, PayPal y Tesla, basado en el transporte de pasajeros y mercancías en vainas o cápsulas al vacío que levitan dentro de un tubo viajando a alta velocidad. Se calcula que podrá alcanzar velocidades de 1.000 km/h y permitirá conectar Madrid con París en tan sólo una hora. Además, se trata de un sistema ecológico que funciona con energía 100% renovable con cero emisiones de CO2.

La tecnología de Hyperloop ha sido pensada bajo el concepto del código abierto por lo que Elon Musk y la compañía aeroespacial SpaceX han animado a otros expertos a proponer sus ideas y fomentar su desarrollo. Con ese fin, son varias las empresas, y decenas los equipos de investigadores y estudiantes universitarios que trabajan para avanzar en esta revolucionaria tecnología.



El segundo es el que desarrolla la NASA y diferentes compañías aeroespaciales para conseguir un avión supersónico silencioso. Bautizado como el XB-1 Supersonic Demonstrator y apodado Baby Boom, este prototipo pretende solucionar los problemas del mítico avión supersónico Concorde, su escasa rentabilidad y el ensordecedor ruido de sus motores. Tras el trágico accidente del Concorde en el año 2000 y su retirada, en estos años se ha recuperado este medio de transporte y ya se han superado con éxito las pruebas del Baby Boom en el túnel de viento supersónico de la NASA.

El diseño pretende generar sólo 60 decibelios, mil veces menos del ruido que producía el Concorde, lo que le permitiría sobrevolar zonas habitadas. Podría alcanzar más de 2.300 km/h y conseguir completar el trayecto de Londres a Nueva York en solamente tres horas y media. Además, sus promotores van más allá y la NASA quiere lograr que consuma y contamine menos que los aviones actuales.

Velocidad y compromiso con el medio ambiente van de la mano en el desarrollo de los medios de transporte supersónicos (a pesar de Trump), que conseguirán que en unos años podamos viajar y volar más rápido que el sonido.