Hombres
Con los años parece que crecen las cejas, salen pelos en los oídos y nariz, se cae el pelo y los que quedan blanquean, se pierde estatura, crece la panza, crece la nariz y la mandíbula, la piel se mancha, se encogen los hombros, se cae el poto, el pene se erecta al 80%, la sangre más espesa y sube la presión, la próstata crece y enrarece la micción, la vista pierde agudeza, los oídos menos interesados en las conversaciones, la lengua aburrida de los mismos sabores, etc, etc...la muerte acechando y más presente, los amigos muriendo, las parejas desgastadas, las obligaciones creciendo, ....pero igual, la Vida es hermosa y sólo hay que disfrutar mientras se pueda.
Mujeres.
El pelo se blanquea, pierde brillo y se cae. El cuerpo se ensancha, los pechos y vientre se cae, la piel se arruga, ya no somos las mismas.
El cuerpo duele, la memoria es mínima, duelen los huesos, engordamos, nos ponemos más mañosas, se nos mancha la cara, nos sentimos enfermas, vemos el amor como solo un sueño,sufrimos de bochornos, nos sentimos incomprendidas...Tenemos jubilaciones paupérrimas, vemos la muerte más cerca.....
Pero aún así el alma se mantiene joven y si hacemos lo correcto y el bien, nuestra existencia es eterna.
Qué rico es vivir
Resumen:
Agradezco todas las ricas sensaciones que se experimentan, ver los colores, ver formas en tres dimensiones, extasiarse con el sonido del Arroyo o de un Trueno, sentir los olores exitantes de la intimidad, sentir los orgasmos con diferentes intensidades e inusitadas expresiones, sentir la piel suave de las mujeres o la fuerza del hombre, escuchar tu propio nombre en los labios de las mujeres o hombres que amas, sentir el corazón palpitante cuando te emocionas, sentir las caricias del afecto y de la pasión...Tener hijos, criarlos, amarlos y dejarlos volar.....Qué regalos de la Vida! Estar claritos con la existencia, el destino definido y construído, la mente un poco más Serena... Distancia comprendida de la crueldad y estupidez humana, el corazón dispuesto a cambiar el mundo sin expectativas... Qué vida más paradojal |