La soledad golpea el cristal de la ventana.
Ya no se escuchan los pasos de los chicos que
Con su algarabía
Llegaban a alegrar nuestras vidas,
La casa está en silencio,
Vacía como mi alma
Que se ha dormido en espera
De un nuevo amanecer.
Tarde de domingo…
Triste y solitario
Ya no hay voces ni cantos…
Ni llantos
El silencio, fiel compañero
Ensombrece la casa vacía…
Mas no pierdo la esperanza
Quizá otros niños. pronto
Llenaran… mi casa vacía
Omenia
Texto agregado el 16-07-2017, y leído por 221
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Es muy triste en oportunidades,sentir la soledad.
Cuando en tiempos pasados la algarabia reinaba en el hogar
Así sucede o zucederá siempre Ome querida* * * * *
Besos
Victoria 6236013
17-07-2017
El nido vacío resulta inevitable y a la soledad hay que intentar sobrellevarla con recuerdos y creatividad, de todas maneras, siempre las tardes de domingo tienen pesadumbre. seroma2
16-07-2017
La soledad no sólo golpea los cristales de la ventana, sino que tambien carcome las estructuras que creímos haber construido. Pero como dices mejor no perder las esperanzas, ya vendran otros niños a reforzar esa estructuras. vicenterreramarquez
16-07-2017
Me gustó leerte y disfrutar de tus letras.
Cariños! Mayte2