¡ CUÁL LADRÓN !. Saltó aquel sujeto por la ventana cuando sintió que llegaba el marido; como un rayo salió despavorido abandonando el sombrero y la ruana. ¡ Ladrón, ladrón ! gritaba la mujer, que no paraba de dar alaridos, apurando así a su torpe marido que al pillastre no lograba coger. Pero había algo allí que no encajaba: ¿ Por qué brincaba desnuda Carlota e igual el caco corría en pelota y,al huír,el sudor destilaba ?. Descubrió el esposo con gran tristeza que este tipo no era ningún ladrón; llegó a tal conclusión pues el cabrón, lucía unas tangas en su cabeza.
Texto agregado el 16-07-2017, y leído por 195 visitantes. (5 votos)