MI FACULTAD TECNOLÓGICA
El día que llegue a Ciudad Bolívar, me acerqué a lo que sería más tarde la Facultad Tecnológica y con inmensa sorpresa, me encontré ante un inmenso basurero. No obstante, una fuerte voz repetía con firmeza “¡aquí quedara la Universidad de Ciudad Bolívar!”; era el Ingeniero Roberto Vergara Pórtela, primer Decano y “un loco soñador” como he dado en llamarlo, el fundador de nuestra amada Facultad. Luego de esto volvimos con el Ingeniero y los fundadores de la Facultad de hace 18 años y comenzamos con nuestras propias manos la construcción de la que hoy por hoy es una Facultad modelo para la Universidad Distrital.
En sus principios la Universidad recibió a 123 Estudiantes, un puñado de Docentes y administrativos que tenían en mente la única idea de sacar la Facultad adelante. Aún recuerdo los días en que pasábamos casa por casa golpeando para que las personas permitieran que sus hijos se matricularan en ese hermoso proyecto llamado Facultad Tecnológica, algunos nos cerraban la puerta en la cara, otros tantos nos recibían con los brazos abiertos como si nosotros fuéramos sus salvadores. Finalmente con lucha y ahínco comenzaron clases el primer periodo de 1995, en la escuelita de Sierra Morena. Cómo olvidar a los primeros Estudiantes siendo recogidos en el cruce de la avenida Gaitan Cortes con Avenida Villavicencio, por un bus viejo de la Universidad. Los Docentes montados en sus propios carros y otros tantos (incluyendo a un servidor) subiendo en una volqueta también de la Universidad... fue una experiencia única. Jugar campeonatos con los soldados del batallón de Ciudad Bolívar y los asados que organizábamos muy cerca a la escuelita, vaya un recuerdo nostálgico....
Más adelante nos trasladamos al salón comunal de Candelaria Cuarta Etapa, donde la junta del mencionado barrio nos recibió calurosamente, aunque fue muy original ver dictar las clases en dicho salón, ya que se contaban con tableros de pie (de madera además) donde debía escribirse con tiza y, a pesar de las divisiones que se construyeron, mientras algunos Estudiantes escuchaban clase de Cálculo, estos mismos alcanzaban a oír la cátedra de Introducción a la Tecnología. Fue una época difícil. Luego el Colegio Lara Bonilla por intermedio del Profesor Jorge Lagos, nos prestó algunos salones. El inconveniente era que allí se debía salir a descanso al mismo tiempo con los Estudiantes del Colegio puesto que no permitían dictar clase Nuestro gitanesco viaje llego a su fín, con el ultimo traslado de la sede de Uni-Sur, ubicada en la avenida primero de mayo con carrera 30. En estas espaciosas aulas se sentía la comodidad, menguada sin embargo por el frío de una soledad indescriptible que era mucho más grande. Por fin nuestra hermosa Facultad termino en su primera Fase (lo que hoy conocemos como bloque nueve) y se hizo el lanzamiento con bombos y platillos. Se comenzaron clases en “nuestro terruño” para el año de 1997. Allí empezamos a desarrollar el sentido de pertenencia con la Facultad, o más bien lo acrecentamos. Recuerdo que el ingreso consistía en un pasadizo que dividido por una pared, aquella era la entrada de mostrar. Ahora recuerdo que algunos vándalos nos pintaron grafitis en esa pared y desde esa época comenzamos la lucha por que no se rayaran las paredes de la Facultad. Con miras a ello realizamos una recolecta y 4 Funcionarios de la época nos pusimos a la tarea en un día completo a pintar la tal pared, llamándola luego “el muro de Berlín”, nombre ganado por la circunstancia de que, por motivos de la ampliación de la Facultad, dicho lote aledaño fue comprado a la Fundación compartir y el muro derribado. Aún conservo un pedazo de roca de este muro y cuando lo veo, siento que siempre hemos hecho lo correcto para nuestra Facultad.
Ya en el año 1998 a finales el Rector de ese momento Yesid Navas, decide remover del cargo de Decano a nuestro fundador Roberto Vergara. Enardecidos, los que ya eran Estudiantes de esa época y algunos Funcionarios, decidimos tomarnos la Facultad Tecnológica, no permitir el ingreso más que de la vigilancia, exigiendo que nuestro Decano estuviese allí, esto duro 22 días en época de navidad, y nos hicimos tan famosos que hasta los canales de noticias Caracol y RCN nos entrevistaban (sospecho que fue la primera y única vez que saldré por televisión). La verdad no me arrepiento de haber liderado esta toma, por que primero que todo conocí a una mujer, quien me ha dado el retoño mas hermoso que haya conocido, Josué Nicolás. Además de eso sentamos un precedente de que la Facultad Tecnológica siempre esta unida y siempre lo estará, aunque sí me arrepiento de haber tomado vías de hecho ya que hoy, con mas madurez, entiendo que la mejor forma de solucionar un problema es siempre la vía del dialogo. En los años subsiguientes, se han realizado varios cambios en esta Facultad, se han incorporado Estudiantes, docentes, Administrativos que poco a poco nos han enseñado que de una u otra manera la vida tiene que seguir adelante y la lucha debe seguir hasta el final.
Sin embargo en el año 2004 ésa misma vida, nos daría un nuevo golpe si se me permite la expresión, y fue el fallecimiento de mi “Padre” en la Facultad Tecnológica, el Ingeniero Gustavo Caamaño León (qepd), a quien hoy es recordado por el nombre que se le puso al Auditorio de nuestra bella Facultad Pero más firme que la construcción vive en mí su recuerdo con la celebres frases: “Cabezón!, en mi oficina mando yo!”, y la mas importante que me dijo y que se grabó en mi recuerdo: “Estudia cabezón! no te quedes brutico!”. Desearía vivamente que mis lectores lo hubiese conocido como lo hice yo, ya que el ser humano que llevaba por dentro es de alguna manera muy superior a la Madre Teresa de Calcuta, a quien todos conocemos por su tareas realizadas, y es que este profesor realizo las mismas tareas (aunque a una escala más pequeña), enseñándonos ante todo que “vida solo hay una y que debemos aprovecharla”. En estos últimos años, hemos visto cambiar nuestra Facultad, ahora se realizan protestas con grafitis, (no sé para que los hacen si pueden manifestarse pero cuidando nuestras instalaciones) semanas Tecnológicas, encuentros de Egresados, seminarios, Practicas académicas, cursos libres, pero lo que siempre es claro es que, quien es tocado por la Facultad Tecnológica, se impregna del sentimiento presente en toda ella.
Quisiera mencionar por último a dos seres queridos que en estos días se han ido para nosotros: el profesor Gachesqui (no sé escribir ruso), y el alma de nuestra Electrónica el profesor Pirajan. Éste último nos deja su recuerdo, el corazón y el amor que siempre tuvo para con nuestra amada Facultad. Para ellos, para los que no están, dejo este escrito, por que dejaron su huella en la que es (pues sin modestia alguna siempre me escucharán llamarla así) la mejor Facultad del mundo: LA FACULTAD TECNOLÓGICA.
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