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La estoy pasando mal. Me duele el pecho. No sé que hacer. Ayer hablé con mi padre y por primera vez en mucho tiempo noté que estaba preocupado de verdad. Me miró a los ojos y me dijo que estaba cansado, pues su trabajo ya se le hace pesado a su edad. - Y yo aquí con solo malas noticias sobre notas. - pensé. No sabía qué hacer. Lo intento reconfortar con alguna frase ingeniosa, pero mi corazón no me lo permitió y callado quedé un segundo, mientras este de rompía a pedazos.
En un segundo más se levantó y, luego de regalarme un cariñoso abrazo, va a su cuarto a lidiar solo con sus demonios: tal vez la soledad, quizás son los problemas. Y yo aqui quedo solo, como siempre lo he estado, sentado en esta silla que no aguantará el peso que llevo o creo llevar sobre mis hombros.
Un día Después, a casa de mi madre llego y siento que no me quieren ahi "¿puedes pasar la noche fuera?; tu hermana está ocupada."
"Esta bien; igual tenia que ir donde un amigo; mañana regresaré a donde mi padre." La verdad es que no tengo a dónde ir, pero eso ellas no necesitan saberlo. Solo quería a alguien para hablar. Fue un mal día. Era momento de desaparecer.
Salgo de casa, cruzo la oxidada reja y dejo mi celular atrás: no deseo cargarle a alguien mis problemas. Una sola voz podia hacerme sentir bien(o al menos eso creo). Solo una voz puede reconfortarme. No sé nada de ella desde la tarde; debe de estar estudiando. Tengo que lidiar con mis propios demonios solo.
Horas han transcurrido ya y hasta la luna se ha ocultado tras las llorosas nubes, pero el mismo dolor, junto a esa misma soledad siguen dentro de mí y lo peor de todo es que aún no sé el porqué. No puedo más. Solo atino a callar y tragarme todo lo que siento. -daría la vida solo por uno de sus abrazos en estos momentos- digo para mí mismo, mientras pienso en su sonrisa. Voy a dormir para olvidar.
A la mañana siguiente, la soledad sigue aquí. -Maldita sea- solo atino a levantarme y olvidarme de todo. Estoy tan acompañado, pero tan solo al mismo tiempo. Lo peor de todo es que creo que he llegado hasta aquí por mi propio mérito. -¿Los habré apartado a todos sin notarlo? Solo crecí, solo sobreviviré y solo quizás moriré. - medité hasta a Morfeo encontrar por última vez.
Dulce martirio hereditario. |
Texto agregado el 13-07-2017, y leído por 68
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Lectores Opinan |
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13-07-2017 |
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El que siente más, pierde. El frío atesora la ventaja de la visión, a diferencia del sentimental, quien posee la desventaja de la ceguera voluntaria. He ahí los enemigos eternos, siempre jugando el mismo juego, pero el ganador está claro. (Palabras célebres de un genio)
-ZEPOL |
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