Recién anoche me enteré que en ese lugar
cenaban y hacían poesía como en la década
del sesenta. Tarde, descubrí la amabilidad
de escuchar palabras con ritmo y sentido
en tanto un café nos deja un ligero temblor
del lado de las sombras. Poética de sobremesa,
regada con vino y cerveza, oyendo como a unos
les duele la ausencia y otros dejan homenajes
a lo que está más allá de la pura niebla. Poetas
de las más informales formas, cínicos y líricos,
oscuros y nítidos tras su plato de sopa. Buscando
la entidad del silencio para oír sus propias letras
y permitirse escuchar su voz más allá de toda
imperfección. Simplemente poesía de entrecasa.
Texto agregado el 09-07-2017, y leído por 139
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Lectores Opinan
10-07-2017
La mejor poesía es la de entrecasa: sin ataduras ni prejuicios. Muy bueno! Clorinda
09-07-2017
Si contabas entre los comensales, no ha sido poesía de entrecasa en absoluto. MujerDiosa
09-07-2017
Debe ser un lujo un lugar así!!! ***** Justina2017