Poema
AGONÍA
En la oscuridad del cuarto,
se oyen arpegios de una triste melodía.
Un cuerpo agonizante,
descansa inerme en el lecho de la muerte.
Lo consuelan en silencio
mil promesas de un amor que se alejó.
La lluvia en la ventana
pone un ritmo de segundos en descuento.
Y un coro de tormentos
llora, grita y clama por el alma trastornada,
que en un hálito de lucidez,
laceró, con un puñal, su ya lastimado corazón.
Las llamas de la hoguera
crepitan, retorcidas, buscando el infinito.
Una ráfaga perdida
apaga, en estertores, el último pabilo.
Por la puerta entreabierta
se escuchan voces, quejidos y lamentos,
son los fantasmas
que esperan en las sombras de la noche,
ansiosos la llegada,
del espíritu del inerte suicida abandonado.
Un trueno iracundo,
retumba en el aire, estremece y pone aviso,
que en el próximo relámpago y a horcajadas,
viene la muerte enguadañada,
a segar los últimos latidos del rojo corazón,
de aquel pobre jovenzuelo enamorado.
Incluido en libro: Romances al viento
©Derechos Reservados.
|