Al despertar todo se volvía confuso
Pues el amargo sabor a encierro y a soledad
inmolaba mis pensamientos y mi rostro botaba a litros
tristeza y amargura… preocupación y gran desolación
al evidenciar la inercia de mis actos
el movimiento perpetuo de la vida y los segundos
que corrían lentamente… como los días pasaban con cada pestañear,
allí me hallaba en ese vaso de alcohol…
que embriagaba mis sentidos
y los consagraba al letargo…
invocaba gratis a esos dolores de cabeza
invitados de piedra a la fiesta de la ironía
y la majadería…
entrando cada vez más por esa puerta
con olor a consuelo y soledad…
pero vestidos de recuerdos…si
vestidos de insensatas voces
que al ritmo y al compás de mis latidos
solían entrecallar notas en mi mente
y organizar el mayor desfile jamás visto.
Un día me pregunté nuevamente que era la felicidad
y si yo era feliz así..
si la vida me era deferente
si era pecado cínicamente disimular sonrisas
asquerosas facetas de tranquilidad.
Un día me pregunté que era la felicidad
y gustosas las respuestas llegaban con cada nanómetro
con cada fracción del universo que pasaba ante mis ojos
al abrir poco a poco mis párpados a lo evidente.
darme cuenta lo ciego que estuve este tiempo,
encandilado por la inmensa luz de la soledad…
Y fue esa mañana, cuando abrí los ojos
y observé el amanecer más hermoso de mis días.
Era especial… no por alguna fuerza extraña
ni por algún mandato divino…
uno hace los días, y salta eternamente en ellos.
Lentamente volví la vista a mi alrededor
y me di cuenta que aquel sarcófago con sábanas
al que llamaba cama, era el más hermoso, era el mejor
no por que así se dispusiese antes de los tiempos
sino por que quise que así fuera…
Rápidamente me levanté y observe que a mi alrededor
el desorden parecía perfecto… era mi desorden
me di cuenta que verlo y sentirlo son cosas distintas.
Pude ver que era más simple ordenar
pensando que era parte de mi…
Que el resultado sería aún mejor…
Por que verlo perfecto… aquél desorden.
era distinto a saber que esos elementos
requerían de una mejor disposición.
Y así poco a poco pude ordenar
y sentirme mejor por lo que había descubierto.
Luego cerré mis ojos, y sentí que era poco
pero algo… y sonreí, con sinceridad.
Y pensé que todas aquellas tareas
que dispusiera el día, significaban una sola cosa;
eran mías… y sabía que siempre serían distintas
siempre habrían elementos distintos
pero ahí estaba yo… pensando, sintiendo
que era capaz de hacerlo… y sonreír al final.
Sentirme orgulloso de cómo poco a poco
construía algo más grande…
como iba amando cada paso que daba
aunque en tiempos pasados hubiese sido fútil
sin importancia… casi insignificante.
Pero significaba algo… me llevaban por un angosto puente
donde no era necesario mirar hacia abajo
para saber que no podía caer
o pretender hacerlo, mientras se cuelga de las uñas
encarnadas de tanto luchar
de tanto sangrar… por dolores innecesarios
Así fui avanzando, y me encontré con la gran interrogante,
Era feliz? Realmente era feliz ahora? Es que la felicidad había llegado?
Pues la falacia me tildaba de inocente
y la vida me regañó por lo que me enseñó
Pues la felicidad no se tiene ni se busca desesperadamente.
Es como el amor… es producto de las cosas bellas
de nuestras intenciones con cada paso del segundero
podrían seguir arrojando miligramos
a nuestro saco de dulce…
que cuando fuere necesario, podríamos sacar
donde todos los días, probaría bocado a bocado
para sentirme satisfecho y feliz…
pero no aún así conforme…
Quería más aún… y así llegue a la conclusión
que debía seguir viviendo… debía seguir intentando
conseguir ese bello producto… que era parte de mi
desde un principio… y hasta el fin…
que estaba en mis manos y nunca lo ví
Pues pensaba que llegaría en uno de esos trenes
de la vida y las circunstancias
que hasta ahora emisario de golpes
había sido…
Por arte de magia, aquella felicidad se instalaría
me secaría las lágrimas, dibujaría sonrisas.
Aún lloro a veces
pero lo hago a sabiendas, que como las circunstancias,
fortuitamente pasan como las gotas de mar;
que ahora rozan mi piel y se evaporan hacia el cielo
y lo purifican…
a sabiendas que pasan como una millonésima de gota más
pero teniendo la fuerza para continuar
y con esa fuerza, esa capacidad
intentar que en otros tiempos futuros
aquellas gotas me refresquen…
desahoguen alegrías o se mezclen con el sudor.
Pero de forma perfecta, por que son parte de mi.
Y eso las hace bellas, pues son producto de mis intentos
por conseguir algo más que consecuencia
algo más que moraleja… escribir historias,
versos y prosa… música y poesía
arte de alma, perfecto, sincero…
imágenes de pasados con vistas al futuro
pintando la verdad, pincel sin pelos en la lengua
que mostrase que hay mucho más que decir
mucho más que hacer… mucho más que reír…
y de eso vivir…
Que es la felicidad? Aún no lo sé con certeza
pero no se busca ni llega… se hace y nace
dentro del corazón perseverante…
desde y hacia las almas que quieren paz
y cada día se esfuerzan por hacerlos bellos…
y en aquel bello espectáculo…
ser libres al fin…
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