EL Debut: PARRICIPACIÓN

Era mi noche. La tan esperada noche.
Por primera vez me presentaría ante un selecto público.
El miedo y los nervios me consumían.
Iría elegantemente sencilla.
Bajé del auto. Los flash de los fotógrafos me cegaron. No importa, abriría los ojos una vez terminada la función.
Saludé al público.
Un silencio sepulcral me estremeció. Sólo escuché un plaf-plaf desgarbado que me sonaba a un monigote.
Me senté ante el piano y mis dedos acariciaban el teclado.
Luchaba con todos mis sentidos, trataba en lo máximo de no perder la concentración.
Pero él no dejaba, no se apartaba de su plaf-plaf perforándome el alma.
Entablé una gran batalla entre mis acordes y su desagradable sonido.
Casi apuro el final.
Me paré, sostenida por el piano. Incliné levemente la cabeza y el mismo silencio que me recibiera, flotaba en el ambiente.
Abrí los ojos espantada y allí estaba él, moviendo las manos una con la otra y el teatro completamente vacío.
Era él, el mismo que me había prometido su fortuna a la que yo había rechazado.
Me auguró fracasos y humillaciones.
Su primer paso fue comprar todas las entradas.
Apreté los dientes. No me salían las palabras y él seguía
Con su sonrisa burlona y aplaudiendo.
No tuve tiempo de leer los periódicos .
No soporté el fracaso.
Yacía en un charco de sangre.
Mientras que el gobierno vitoreaba su triunfo.
Salvo unos ajustes el prototipo será un éxito.


NO FIGURE