Prologuista del libro de mi hermano Franklin Santaella Isaac; de título "Cómo La Pascua no hay"; edición Laura Gonzalez de Santaella...
La crónica es un género literario que describe hechos verdaderos en orden cronológico, normalmente va asociada a personajes o a lugares emblemáticos, expuestos en prosa de manera directa e imparcial. La poesía en cambio describe el mundo que nos rodea a través de imágenes evocadoras, ensoñadoras, románticas, y si esta mezcla de crónica y poesía le adicionamos un toque de humor se crea la fórmula mágica que nos presenta Franklin Santaella Issac en esta obra literaria llamada "Como la Pascua no hay".
Es que Franklin estaba predestinado a esto, nacido en el seno de una familia emprendedora de clase media establecida desde siempre en Valle de La Pascua, llamada por cariño o por simplificar, "La Pascua" entre los lugareños de este otrora pueblo y ahora ciudad de unos casi 200.000 habitantes. En esta familia de cinco hermanos, 4 varones y un hembra de donde nos contamos Franklin y yo, Rigoberto Jr. era común en los desayunos oír a Glorita la única hembra, declamar poemas en verso y en prosa de los clásicos, tales como Andres Eloy Blanco, Rómulo Gallegos, Calderón de La Barca, Juan de Dios Pesa etc y a mi papa Rigoberto Santaella Ledezma, que también era escritor y ecologista pionero, discutir periódico en mano, las tropelías de las compañías petroleras contra las haciendas y su naturaleza en la zona de la faja petrolífera del Orinoco y mi mama, Gloria Isaac de Santaella, que no se quedaba atrás, lectora empedernida de Agatha Christi, Alejandro Dumas, Emily Bronté, León Tolstoy etc; en fin una familia predestinada a ejercer la literatura y de la cual Franklin llega a ser su máximo exponente.
En esta obra Franklin hace un recuento de unos cien años de historia Pascuense, paseándose por sus científicos, escritores y clérigos no de manera descriptiva sino de verso en verso sin apartarse del típico humor del pueblo, e incluso tomándose la tarea de aleccionar a quien no usa bien el castellano, como en este pícaro verso:
Para corregir un gazapo en la misiva de una amiga. La Pascua 2013.
I
Quiero decirte en mi copla
con aprecio y con ternura:
la sabana es la llanura,
sábana la que te arropa.
Pero sobre todo Franklin define bien en esta obra su amor inmenso por su familia, desfilando por sus versos, su esposa Yvonne, sus hijos y por supuesto sus nietos, que son los hijos que más se disfrutan. Ya para terminar estoy seguro que con ésta y sus otras obras mi hermano Franklin tiene ganado el título para la posteridad de escritor insigne de La Pascua.
En el exilio, Bogota, 01 de julio de 2017
Rigores (Rigoberto Enrique Santaella Isaac). |