Estás en cada hoja En su verde caramelo, En su dulce miel. Estás en sus nervaduras, En el aire que contiene tu piel Fraguando tú historia. Estás en el ayer tardío Que no fue. En la voz del río turbulento. En la sonrisa adquirida Del amor forjado Que nunca se fue. Estás siempre en mis delirios, Como saeta en mi corazón Derrumbando olvidos. Sí, estás cociéndome, Trabajando como abeja Por la miel de mis panales. Que aunque no sepas, Crece en mi boca, Corre de prisa en mi piel. Deslizándose suavemente, En cada poro un enjambre Estremecido de amor. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Texto agregado el 30-06-2017, y leído por 160 visitantes. (4 votos)