No, él no es el amor de mi vida, es con quien paso el rato, el instante, el momento, porque tengo claro que la vida está hecha de ráfagas de segundos, que se van y no vuelven jamás, y no ofrecen la oportunidad de arrepentirse, que el beso dado a las 10:00 de la mañana, no será el mismo al que doy a las 10:03 de la mañana.
No, que quede claro, no es el amor de mi vida, mi vida no se la ofrezco a nadie, lucho por ella y por lo que planeo hacer con ella, pero los minutos, esos sí los despilfarro con quien mejor me plazca, selecciono gente con quien estoy tranquila, en quien puedo confiar, gente a la que por esos pequeños lapsos de tiempo amo.
Por eso él sonríe cuando le digo que no es el amor de mi vida, sabe bien que el último millón de minutos que he vivido, han estado cargados de él, de felicidad, gritos, llanto, peleas, pero sobre todo de su aroma y las ganas de continuar compartiendo nuestros pequeños momentos juntos, aquella quizá lo tenga más tiempo, pero ¿Quién valora más la vida?, uno que no sabe cuándo ni cómo morirá, o aquel que sabe tiene sus días marcados. |