Cuando se duerman las palabras
y despierte el eco azul de los misterios,
Por siempre en la tinta del desvelo,
han de quedar cenizas
en sus bastillas centenarias.
Desde algún lugar
donde converge mi memoria,
cuando mi voz sea sólo brisa
la pluma será el palpitar perfecto
para hilvanar sin pentagramas ni lienzos.
Sólo un respirar pausado,
un soplo en el refugio de mis sueños,
seré por siempre el guardián y el centinela
la esperanza en este andar eterno
en las ramas vertiginosas del tiempo
gritarás mis letras olvidadas de tus labios.
Texto agregado el 25-06-2017, y leído por 303
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