Todo se volvió una sombra,
un túnel, un pozo sin fondo, con fondo,
y el haz de luz que golpeo mi retina de pronto
se convirtió en la mismísima tristeza iluminada,
todo una calma, un caos momentáneamente dormido,
en la noche altiva que se trago los colores del día
para deglutirlos es su desprecio por el sol
Dulce manera de despertar en la neblina
Junto a la disputa de los perros en la basura,
un tronar de soledad y fracasos fusionados
en un mar de lagrimas sin ser lloradas,
un camión abandonado en una esquina,
otro abandono velado por los dos,
el calor de un café rumbo al estomago
y el inagotable frío del estancamiento
Todo un trapo sucio como la esperanza,
todo el vivir como una malévola burocracia,
estrellas que revientan la mirada
de los sueños ahora ancianos que se marchan,
un estruendo que repta por el cuerpo
y el colapso de una fe mal apostada,
esta memoria irrumpida por el fuego,
los años de una infancia ya olvidada
Todo se volvió una sombra,
una sombra casi ciega atropellada,
un umbral que es refugio del borracho,
un hogar al indigente, un escudo a la desgracia,
y en las horas sigilosas de serpientes
las virtudes obsoletas no defienden,
siempre habrá errores,
y horrores y aburrimientos,
siempre un todo con vergüenza de ser nada.
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