La veo en las nubes esponjosas
y en los charcos que dejan las tardes lluviosas.
La veo en las noches alunadas
y en los recuerdos de aquellas tardes de playa.

La veo en las hojas del árbol encalado
y en las frías aguas del parque del lago.
La veo en las pulseras hiladas
y en las almohadas con su nombre pinceladas.

La veo en las sombras oscuras
y en los sueños que dibuja la penumbra.
La veo en los días soleados
y en los ocasos anaranjados por la luna.

La veo en las aves en vuelo
y en el azul que cada madrugada viste al cielo.
La veo sin esfuerzos ni desvelos
con cada aliento y en cada espacio de tiempo.