Cuando odio, soy el que odia. Cuando río, soy el que ríe. Cuando beso, soy el que besa. Cuando lloro, soy el que llora. Cuando amo, soy el que ama. Estoy en multitud de pequeñas piezas de un rompecabezas que adivino infinito. ¿Cuál de todas ellas realmente soy?... Al ensamblarlas totalmente, el resultado debiera ser un ser completo: yo, sin faltar absolutamente nada; pero, ¿si al armar todas las piezas resultara que falta una? ¿y que esa pieza faltante fuera la que contiene realmente lo que soy?... ¡Me encontraría perdido¡
Este es un rompecabezas maldito, porque soy el todo y sus partes. Y también soy, esa imposible pieza que pudiera faltar.