_Ven, le dijo. Yo vivo de tu dibujo. Sin tí las estrellas callan tontamente cocidas al falso cielo. Sin tí la noche se enrosca en sí misma como una inmensa serpiente negra y sus incontables ojos arden de odio.
_Tengo que irme, respondió. Las sonrisas brillan como soles desde el día perpetuo.Temo que mis alas se salpiquen de noche. No puedo quedarme. El Ojo me mira.
_Mas yo podria esconderte en mis entrañas, le dijo. Me abriré el pecho, construiré un altar para tu amor. Te traeré flores niñas del bosque, te perfumaré los pies y los cabellos.
_No te amo, le dijo. Eres repugnante como la carroña, aparta de mí esas flores de lepra. Amo al Uno y a ti no quiero verte nunca más.
_Te daré de beber mi sangre, le dijo. Cuando el Ojo duerma me amarás. Te buscaré a la orilla del arroyo donde te acicalas y galoparás conmigo en el corcel de oscuridad. Apedrearemos el Ojo y lo haremos explotar rompiendo el silencio de las cosas.
_No quiero oir tus necedades, le dijo. Hasta nunca. Me espera un trono de arcoíris para mirar la creación y repetir las palabras más antiguas. "y vió que todo era bueno".
Diciendo esto, desapareció.
Él se quedó...
está demasiado triste para lacerar su sombra.