Yo no quiero vivir un amor de mensajerías.
Quiero vivir un amor donde podamos sentirnos.
Yo no quiero enviarte un poema escrito,
prefiero invitarte a bailar y en tu oído decirlo.
No quiero enviarte una imagen de una mesa
con velas encendidas y dos copas de vino.
Quiero que vengas a mi guarida y estés conmigo
y que todo lo que vaya a pasar lo decida el destino.
Yo no quiero vivir un romance de notificaciones,
mejor le pondría un emoticón a tus emociones
cuando tus ojos desvelados me hablen de otros amores,
y entonces voy a acariciar tu historia con mis canciones.
Quiero un amor de esos que hablan, que miran,
de esos que se ponen nerviosos como los amantes.
No quiero un amor de mensajerías,
quiero uno de verdad, así, como los de antes.