Poesía
LOCURA DE AYER, DE HOY Y MAÑANA
Aún conservo guardado en un compartimento del closet
un juego de sábanas impregnado con el olor de tu piel
y una toalla con el roce de tu cuerpo, aún caliente.
También una fotografía mostrando una sonrisa de ese tiempo,
que a veces más parece una mueca, con un dejo de tristeza.
En cada rincón de la casa hay un poco de tu aliento
y también alguna risa escondida entre los libros;
hay lágrimas tuyas en las fundas de mi almohada
y en la alfombra el rastro que dejó tu cigarrillo,
después de extensos e intensos momentos de amor.
Hay suspiros ligados a prolongados y contínuos orgasmos,
sublime regalo que nunca jamás, ni antes ni después, recibí.
Hay paredes y cortinas dibujadas con corazones entrelazados,
y hay páginas escritas con letras de amor desenfrenado.
Qué éramos diferentes, decían los “normales”
¡Claro que lo éramos! ¡Éramos diferentes!
Ambos teníamos etiquetas de marginados de la cordura,
y de pobres diablos desertores de la moral y la vergüenza.
Pero, la verdad, para mí ¡Nadie como tú! ¡Nadie!
Nuestra condición de locos de remate y desquiciados,
pero a la vez amantes declarados del libre albedrío,
fue la yesca y el detonante para amarnos y querernos,
que derribó barreras dando vía libre a los instintos de la especie
y favoreció sin tapujos el llamado violento de los géneros.
Y fuimos atracción, consecuencia, entrega y sexo,
sin importar las miradas y comentarios solapados.
Sentimos el amor, vivimos la vida y gozamos la pasión,
Y a pesar de que por hipócritas instancias sociales
nuestros caminos, el tuyo y el mío, divergieron,
bien sabemos, que si en un cruce cualquiera del destino
nuestros pasos y rumbos volvieran a enredarse,
esta piel nuestra, palpitará con la misma locura de ayer.
Y en caricias, besos, miradas y palabras buscaremos,
sin importar quien esté mirando, oyendo u opinando,
el porqué de la vida y la atracción de la piel,
también, el cuánto del amor y la razón de la pasión.
Incluido en libro: Cuando las letras vuelan
©Derechos Reservados.
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